La ruta que os propongo hoy es un paseo de unas dos horitas por La Rambla de Barcelona y por una parte de su historia.
Pocos lo saben pero la parte derecha de Las Ramblas, palabra que proviene del árabe y que significa riera, estaba amurallada y constituía uno de los límites de la antigua ciudad.
Arrancamos este paseo desde la parada de metro de Draçanes y nos dirigimos hacía la Plaça de Colón, llamada antiguamente Plaça de la Paz; curiosamente la estatua que hoy en día se erige en esta plaza no es tan antigua como muchos de nosotros pensamos, anteriormente había un estatua de madera cuyo deterioro debido a la proximidad del mar hizo que se sustituyera; para ello y con la coincidencia de la Exposición Universal de Barcelona de 1888, se abrió un concurso público del que resultó ganador la obra de Gaietà Buïgas i Monravà.
Subiendo desde la Plaça de Colón hacía la Plaza Catalunya, por el lado derecho (el lado de los números pares) nos encontramos varios edificios el primero de los cuales es había sido una fábrica de campanas hasta que Manuel de Girona lo adquirió para convertirlo en el primer banco de la ciudad; decoró el frontal con 2 figuras femeninas, la derecha emulando a la comercialización de productos de la época y la de la izquierda, la que lleva un bastón con una serpiente enroscada, en referencia a Hermes el mensajero de Zeus, una alegoría al comercio.
Siguiendo por esta misma acera un poco más adelante nos encontramos con el acceso al Museo de Cera, que también fue un importante banco. En la acera de enfrente a esta misma altura nos encontramos el museo Centre d´Arts de Santa Mónica, antiguo convento, en cuya fachada en la parte superior hay una extraña figura de neón con la que el arquitecto quiso hacer un guiño a Lewis Carrol, representando la sonrisa de uno de sus personajes de su obra Alicia en el país de las maravillas (¿adivináis cual?).
Seguimos avanzando por el lado par de La Rambla para encontranos con el Poliesportiu Frontò Colom. Este edificio había sido propiedad de los Hermanos Napoleón y fue donde se realizó la primera proyección cinematográfica en la ciudad de Barcelona. Los Hmnos. Napoleón también eran unos conocidos fotógrafos, especializados en inmortalizar a las artistas de la época (1851), llegándose a decir que no se podía triunfar en el mundo del espectáculo sino habías sido fotografiada por los hermanos NApoleón.
Siguiendo por este lado un poco más adelante, a la altura del Restaurante Amaya nos encontramos, con el bautizado por u periodista local, como el “monumento a la paciencia”, que son dos agujeros que hay en los escalones de mármol de los portales. La historia de la ciudad cuenta que estos agujeros se deben a los tacones de las prostitutas que esperaban nerviosas a los clientes en los portales para subírselos a las habitaciones. Un dato sobre la prostitución en la ciudad de Barcelona es que durante la Segunda República (1931 – 1936), cuando todos los integrantes de los oficios tenían la obligación de afiliarse a un gremio profesional, las meretrices lo hicieron al del metal porque desarrollaban su trabajo sobre somieres de hierro.
Más adelante en el número de 34 de La Rambla se encuentra el Café Cosmos, que fue uno de los primeros hoteles de la ciudad. Este café cobró mayor fama gracias al humorista Eugenio que lo inmortalizó en su chiste:
Saben aquel que diu..
Que hi ha un tío fumandose un porro en el Café Cosmos y se le acerca la guardia civil y le dice.
¿Qué hace?
I liu diu: fumando.
¿Y qué fuma?
Y le dice: Un fortuna.
El guardia civil empieza le dice, a ver dámelo y empieza a darle caladas y le dice:
¿con qué un fortuna eh? pues ahora por mentiroso no te lo devuelvo.
Un poco más arriba del Café Cosmos hay un parking que se ha construido recientemente; si nos asomamos a su entrada podemos observar los restos de la antigua muralla que cubría toda la ciudad.
En el número 27 de La Rambla, enfrente del Cosmos, está el Teatre Principal; que fue el primer teatro que se construyó en la ciudad de Barcelona, gracias a este se obtuvo la financiación que hizo posible la construcción del Hospital de la Santa Creu que hay detrás. El Principal era un teatro de carácter popular, en contraposición al Liceo que está más arriba y que era mucho más elitista; lo cierto es que había una gran rivalidad entre los defensores del Principal conocidos como “creuistes o creuats” y los del Liceo llamados “liceistas” los cuales se boicoteaban los estrenos de sus obras los unos a los otros.
La zona donde se encuentra la fuente Wallace se conoce como la rambla de los hoteles y ya que ahí se encontraba el Hotel 4 Estaciones y, aún hoy, el Hotel Oriente donde normalmente se hospedaban los toreros y los actores. Hay una leyenda que dice que en este hotel estuvo viviendo un antiguo sultán marroquí exiliado a la espera de que le construyesen un palacio. Cada sábado el sultán salía al balcón y tiraba dinero a los pobres que se agolpaban bajo su ventana. Al parecer fué éste sultan quien al morir el elefante del zoo de Barcelona, pagó de su bolsillo otro al que llamaron Baby, aunque los barceloneses, que desconocían el inglés, le llamaban L´avi.
En el número 35 encontramos el Centro Galego de Barcelona, el cual se ubica en un edificio que fué propiedad de los padres de Eusebi Güell que fue mecenas de Gaudí i a quien este dedicó el Parc Güell. Detrás del edificio hay un palacio del que resaltan sus chimeneas cuya forma recuerdan a un champiñón, en alusión, a los alucinógenos que consumía Gaudí y que le permitían “visionar” sus estrambóticas construcciones.
En el número 38 de La Rambla se encuentra el Estudio de fotografía Arpi en cuyo último piso hay un museo dedicado a las cámaras fotográficas. A partir de este punto es donde empieza la parte Modernista de La Rambla, un ejemplo de ese modernismo es el edificio Nou de La Rambla del arquitecto Oriol Bohigas i Guardiola que en la actualidad alberga la tienda PC City.
Como puede observarse en la foto adjunta el diseño del edificio permite ver el campanario de la Iglesia de Santa María del Pi. Cuenta la historia de la ciudad que esta iglesia fue construida gracias al dinero de los vecinos del barrio, al parecer se les acabó antes de que la iglesia estuviese acabada y los vecinos acudieron a un gitano local que tenía mucho dinero para que acabase de financiarles la obra. El gitano agradeció el gesto y accedió a poner el dinero con una sola condición que no se construyese ningún edificio que le impidiese ver el campanario desde su casa situada al otro lado de La Rambla. Como podéis ver el arquitecto Bohigas conocedor de la historia quiso mantener la voluntad del gitano que ayudó con su dinero a finalizar la construcción de la Iglesia de Santa María del Pi.
Al otro lado de la rambla, en el número 39, encontramos la intersección con el Carrer Nou de la Rambla que lleva hasta la Avinguda del Paral.lel atravesando el Barrio Chino. Cuando los carros de caballo eran los vehículos dominantes en la ciudad, esta calle era de doble dirección ya que era la más ancha; también se probaron en esta misma calle los primeros vehículos a motor que hubo en la ciudad.
En el número 43 se encuentra la comisaria de la Guardia Urbana del distrito de Ciutat Vella. Hay una curiosa coincidencia en torno a esta comisaría y es que fue construida por el arquitecto local Narcís Serra, posteriormente fue cerrada y reabierta bajo el mandato del alcalde barcelonés Narcís Serra ¿curioso no?.
A la altura del número 46 nos encontramos con el acceso a la Plaça Reial a través del portal de Portaferrisa, antiguamente en ese lugar había un estructura de hierro (ferro en catalán) donde estaban las medidas oficiales de tela y donde quienes compraban tela podían ir a medir y verificar que no eran engañados.
Un poco más adelante en el 56 encontramos la intersección con el C/ Ferran que debe su nombre al monarca Ferran VII y que nos conduce hasta la plaza Sant Jaume, donde se encuentra el ayuntamiento. Su continuación al otro lado de La Rambla es el carrer de de la Unió, en esa calle en la esquina con el Carrer de les Penedidas (arrepentidas en catalán) se ubicaba el convento de Angustias Arrepentidas, cuenta la historia de la ciudad que era en este convento donde se recluían las prostitutas durante la semana Santa.

A la altura del número 73 de La Rambla en su parte central encontramos en el suelo uno de los tres monumentos que el artista modernista Joan Miró realizó para la ciudad de Barcelona. Al parecer la ciudad le encargó 3 para colocarlos cerca de los accesos a la ciudad por mar (monumento de La Rambla), aire (mosaico del aeropuerto del Prat) y tierra (escultura de la madre y su hijo que hay en el parque Joan Miró) cerca de la estación de Sants.
En el número 82 de La Rambla encontramos un ejemplo de edificio, cuanto menos curioso por su aspecto. Es un bloque de tres plantas de color verde con una decoración de estilo japonés. En la actualidad alberga en su planta baja una importante Caixa d´Estalvis pero años atrás en su segunda planta vivía un importante vendedor de paraguas a quien parecía irle muy bien el negocio y que encargó los paraguas que hay incrustados en los pisos segundo y tercero. El inmueble también cuenta con abanicos de estilo japonés realizados en forja y dispuestos en un lateral.

En el número 99 encontramos el Palau de la Virreina, a su izquierda hay un edificio donde antiguamente se encontraban “los escribientes” que eran los encargados de escribir las cartas a quienes no sabían escribir.
Acabaremos nuestro paseo por La Rambla, en el Café Munich situado junto al edificio del Triangle. Antiguamente frente a esta cafetería había un casa que fue construida por el arquitecto Joan Barca, en su patio se encontraba una fuente que tenía un canal para que la gente pudiera beber. Con los años la casa fue derruida pero se mantuvo la fuente, la cual fue rebautizada como Fuente de Canaletas y es donde en la actualidad otro Barça celebra sus triunfos, el F.C. Barcelona, ¿curioso no?.
Espero que hayáis disfrutado de este paseo por La Rambla de Barcelona.